CASTILLO DE GARDENY

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En la segunda mitad del siglo XII, la Orden del Temple alzó un complejo coventual en la estratégica meseta de Gardeny. El montículo (que ya antes de nuestra era fue utilizado como base de operaciones militares) recibió la visita de brillantes estrategas como el propio Julio César, quien se enfrentó con los pompeyanos Afranio y Petreio, instalados en Ilerda en el año 49 A.C.

Con la conquista de la ciudad de Lleida, en 1149, lo templarios reciben diversos bienes en compensación por la ayuda prestada en el asedio, entre los que se incluía la colina de Gardeny. La primera referencia de la encomienda de Gardeny data del año 1156, y aparece como primer comendador fray Pere de Cartellà, personalidad que habría participado activamente en el asedio.

Gracias a las numerosas aportaciones realizadas, en buena parte por la pequeña nobleza, la Casa de Gardeny llegó a articular un extenso patrimonio. Pronto, para poder administrar los diferentes sectores que se habían construido, surgió la necesidad de crear nuevos cargos administrativos y se instituyen las encomiendas de Corbins y Barbens.

Fruto de este crecimiento, hacia el sigloXIII, la Casa de Gardeny se convertiría en uno de los principales centros decisivos de la orden del Temple en la Corona de Aragón.

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El conjunto monumental de Gardeny, levantado a mediados del siglo XII, constituye uno de los testimonios más destacados de la arquitectura del Temple en la Corona de Aragón.

Aunque en los siglos XVII y XVIII se realizaron profundas modificaciones que alteraron la fisonomía de la obra medieval, actualmente aún conserva importantes vestigios del conjunt original templario: el recinto soberano. Delimitado por un perímetro de murallas y flanqueado por torres, en su interior se distribuyen diferentes edificios articulados en torno a un patio central.

Vista del castillo de los Templarios y sus murallas (años 20), al fondo el Turó de la Seu Vella.

Debido a  las nuevas necesidades defensivas que supuso la introdución de la artillería (muralas flanqueadas por baluartes y rodeadas de amplios espacios, fosos y muros de contención), el antiguo recinto medieval fue ampliado y transformado en un nuevo fortín militar. La imagen actual de este conjunto monumental corresponde a los restos de lo que fue una imponente fortaleza.

Destaca la Torre residencial, una construcción sólida de dos plantas que albergó diversas dependencias (almacenes y habitaciones), y el templo, un edificio singular levantado en honor a Santa María de Gardeny, virgen que antaño fue objeto de gran devoción popular.

Como hecho significativo en 1294 el Castillo de Gardeny alojó a Jacques de Morlya, último Gran Maestre de la Orden del Temple.

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